3 de diciembre de 2025
El dolor lumbar es uno de los problemas más habituales en consulta y, aunque muchas veces genera preocupación, en la mayoría de casos no se debe a un daño grave, sino a una combinación de factores que pueden corregirse. Hoy sabemos que la clave suele estar en cómo usamos nuestra cadera, cómo gestionamos la respiración y qué cargas aplicamos a lo largo del día. El origen más frecuente del dolor lumbar está en la pérdida de control de la zona lumbopélvica. Cuando la cadera no participa lo suficiente en gestos cotidianos –agacharse, levantarse, entrenar, caminar con carga– la zona baja de la espalda termina compensando. Esto no es un “fallo”, sino un mecanismo de supervivencia del cuerpo, que empieza a pedir ayuda cuando se acumula demasiada tensión. Si a esto se le suma una cadera rígida, el cuadro se agrava: cuando la cadera no se mueve bien, la lumbar intenta suplir ese movimiento, haciendo más flexiones o extensiones de las que realmente soporta con comodidad. Stuart McGill lo explica muy bien: la columna tolera carga siempre que esté estable; lo que no tolera tan bien es la carga repetida en malas posiciones. Una buena noticia es que la mayoría de episodios mejoran rápido cuando se interviene con ejercicios específicos. El “bird-dog”, es uno de los más eficaces para devolver estabilidad sin irritar estructuras. Levantar cadera en un puente sencillo activa los glúteos, que son la principal defensa de la espalda baja. La respiración diafragmática, ayuda a que el abdomen profundo colabore en la estabilidad sin rigidez excesiva. A esto se suma algo tan simple como caminar diez o quince minutos, que suele ser suficiente para reducir la sensación de bloqueo. Lo que más suele empeorar la situación es intentar estirar la zona lumbar con fuerza, sentarse encorvado durante largo tiempo o seguir entrenando pesado cuando el movimiento ya genera molestia. La lumbar necesita calma, estabilidad y cargas progresivas, no agresividad ni movimientos bruscos. Si el dolor se mantiene, si aparece irradiación hacia la pierna o si afecta a tu ritmo de vida, podemos valorarlo de forma personalizada para identificar el origen exacto y guiarte en la recuperación. **Bibliografía** Horschig, A. & Bryant, K. (2021). *Rebuilding Milo*. Squat University. Horschig, A. (2017). *The Squat Bible*. Squat University. Harris, C. (2020–2024). Contenido educativo de biomecánica y control motor. McGill, S. (2012). *Low Back Disorders*. Human Kinetics. McGill, S. (2017). *Back Mechanic*. Backfitpro Inc.